México, 8 Nov. (Notimex).- Las comunidades indígenas y campesinas son indispensables para coadyuvar en la mitigación de los efectos del cambio climático, afirmó el antropólogo Pedro Antonio Ortiz Báez, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
Al participar en la mesa de cambio climático de la Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, el investigador aclaró que esas comunidades sólo pueden mitigar, que no frenar, el cambio, “porque el modelo de desarrollo neoliberal es como un toro desbocado que se dirige hacia el precipicio”.
“Los países vemos hacia dónde nos dirigimos e insistimos en continuar por el mismo camino”, expuso el doctor en antropología.
Explicó que las comunidades indígenas y campesinas podrían ayudar en la mitigación de este fenómeno debido a que tienen un ritmo más lento y se mueven con parsimonia.
“Lo que pueden hacer es lo que han estado haciendo desde hace 500 años: aguantar, resistir, proponer estilos de vida diferentes; darnos visiones de que se puede hacer de otra manera, de que otro mundo es posible”, agregó el investigador.
Citó como ejemplo de éxito que recientemente se decretó la reserva de la biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, donde hace siete mil años se inventó la agricultura. Ese lugar tiene una mayor diversidad de especies de la que existe en toda Costa Rica.
Es un lugar que ha estado intensamente poblado por estos grupos, los cuales han logrado conservar esta diversidad, porque tienen modelos de vida más armoniosos, menos depredadores, con el ambiente.
Ortiz Báez dejó claro que cuando el sistema neoliberal se colapse, esos sitios de reserva serán los “salvavidas” de los humanos, porque poseen conocimientos, tradiciones, germoplasma (bancos genéticos de especies), modelos de convivencia social.
Estableció que cuando se habla del cambio climático se advierte de la posible extinción del ser humano. “El mundo seguirá, pero lo hará sin nosotros”.
